«Junto con la evolución de las sociedades, el aumento de la imprevisibilidad, la movilidad y la dependencia de las tecnologías, la espiritualidad popular evoluciona hacia una espiritualidad vivida, que puede parecer poco ortodoxa, pero que depende de la experiencia directa y la presencia del elemento divino en un entorno común. En su viaje japonés, Łukasz Rusznica eligió espíritus y otras criaturas sobrenaturales como guías. Les pidió ayuda para mapear un nuevo territorio, y parece haber recibido un regalo adicional: un descubrimiento sobre uno mismo y sobre su propio pasado, que parece ser el viaje real aquí: uno más significativo que conquistar una distancia puramente física.» Olga Drenda.