Antes de la era de Provoke

Previo a la primera publicación de Provoke, el epicentro de la fotografía japonesa giraba en torno al colectivo VIVO. Después de disolverse en 1961, este colectivo seguía planteándose  la pregunta ¿Qué es fotografía? Sin embargo uno de sus miembros, el fotógrafo Shomei Tomatsu, se convirtió en uno de los fotógrafos más importantes de Japón. 

Tomatsu actuó como mentor y maestro de una nueva generación de fotógrafos entre ellos, Takuma Nakahira. Por ello se considera a Tomatsu como el precursor de una generación floreciente de fotógrafos del ambiente que generó el nacimiento de Provoke.

Shomei Tomatsu. Coca-Cola, Tokio 1969.

Provoke fue una revista de fotografía japonesa fundada en 1968 por los fotógrafos Takuma Nakahira, Yutaka Tkanashi, el crítico  Koji Taki, el poeta Takahico Okada y Daido Moriyama  quién se incorporó con la publicación del segundo número. El número de copias de cada ejemplar no superó los 1000 ejemplares y 4 ediciones y aún así logró posicionarse como una de las revistas más importantes de la historia de la fotografía. 

En el catálogo de 1991 de una exposición en el Museo Metropolitano de Fotografía de Tokio, el comisario Yokoe Fuminori escribe que Provoke tuvo un «impacto inconmensurable en el mundo de la fotografía de la época e influencia en los acontecimientos posteriores».

La revista fue heredera del espíritu revolucionario japonés de posguerra. Los ideólogos de Provoke proponen un nuevo lenguaje en el cual la imagen se impone por encima de la palabra. Esta influencia de Provoke persiste en la actualidad. 

Doble página de la revista Provoke No. 2. Eros.

Los aspectos formales y conceptuales de la revista Provoke

Es muy probable que las fotografías de los miembros de Provoke no ganarían ningún concurso en los clubes y asociaciones fotográficas de nuestros días; sin embargo, debemos tomar en cuenta dos aspectos importantes contenidos en esas obras, uno es el formal y otro el conceptual. Como factor conceptual, observamos en las fotos publicadas que están asociadas a un movimiento filosófico, político y social marcado por un ambiente revolucionario desde sus raíces. Ver La Revista Provoke, la ventana a una nueva perspectiva fotográfica. 1era. Parte

Última página Provoke No.1

A primera vista pareciera que las fotos granuladas, oscuras y desenfocadas fueran el producto de fotógrafos noveles, no obstante estas características cumplen con una búsqueda de conceptos narrativos específicos.

Mas allá de los gustos personales es importante ampliar nuestro horizonte cambiando de perspectiva para entender el legado de Provoke. Recordemos que para nuestra cultura occidental existen valores estéticos muy diferentes a los de las culturas orientales. Junichiro Tanizaki nos aclara. 

En Occidente, el más poderoso aliado de la belleza ha sido siempre la luz. En cambio, en la estética tradicional japonesa lo esencial es captar el enigma de la sombra. Lo bello no es una sustancia en sí sino un juego de claroscuros producido por la yuxtaposición de las diferentes sustancias que va formando el juego sutil de las modulaciones de la sombra.

Tanizaki continúa explicándonos algunas diferencias:

“Veamos por ejemplo nuestro cine (hablando del cine japonés): difiere del americano tanto como del francés o del alemán, por los juegos de sombras, por el valor de los contrastes. Así pues, independientemente incluso de la escenografía o de los temas tratados, la originalidad del genio nacional se revela ya en la fotografía.

Junichiro Tanizaki. El Elogio De La Sombra. 1933.

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La revista luchó contra muchas de las ideas que se tenían sobre fotografía. Los editores se oponían a la idea de la “fotografía directa” promovida por el grupo f.64 de Edward Weston, así como los fotógrafos Dorothea Lange, Alfred Stieglitz, entre otros, cuya influencia (de estos fotógrafos americanos)  es constante en la fotografía que dominara la escena de la región y que marcaría a muchas generaciones de fotógrafos guatemaltecos.

Al abandonar el enfoque típico de organizar temáticamente las fotografías, Provoke se desvió «de la objetividad hacia un modo de expresión más interior«.

Yokoe, «La fotografía japonesa en la década de 1970»

Los ideólogos de Provoke también rechazaban la representación del mundo sustentando en la “imagen única”, con ideas muy contrarias a la filosofía que dio a luz el concepto de “El instante decisivo”, idea promovida especialmente por Henry Cartier Bresson. Por su finalidad,  la fotografía japonesa de esa época le otorgaría una importancia radical a las series fotográficas producidas bajo un concepto propio. 

Provoke desarrolla un estilo particular al utilizar are, bure, boke. Que signifia grano, barrido y desenfocado. Esta gramática visual tuvo tanto peso,  que incluso la publicidad japonesa de ese tiempo la utilizo como signo representativo de Japón. 

“Lo único que quizás conseguimos fue descubrir la estructura impenetrable de nuestra época, formada por una multiplicidad de capas. Por ejemplo, el recurso técnico del are, bure, boke, que se basa en nuestra arrogante confianza en la posibilidad de un encuentro directo entre el mundo y el yo por medio de la experiencia vivida, dejó convertido en un motivo decorativo en un abrir y cerrar de ojos.” 

Takuma Nakahira. La ilusión documental. 1972

En octubre de 1970, los Ferrocarriles Nacionales Japoneses lanzaron su campaña publicitaria Discover Japan con la esperanza de mantener y cultivar el mayor número de usuarios del ferrocarril que habían conseguido durante la Exposición Mundial de Japón, que había finalizado un mes antes.

Con Wakao Fujioka, del gigante publicitario Dentsu, como productor, la campaña iba en contra de las normas de marketing de la época e intentaba enviar mensajes sociales en lugar de ser únicamente persuasiva. Viajar solo o con amigos en Japón también se había popularizado, y las imágenes y los eslóganes se diseñaron para atraer en particular a las mujeres jóvenes, utilizando diseños de moda que incluso tuvieron la suficiente clase como para aparecer en la portada de la revista de moda Anan en 1972.

Durante los seis años que duró la campaña, se produjeron carteles, sellos, billetes, panfletos y otros materiales, muchos de los cuales se exhiben en esta exposición, junto con un puesto especial de sellos que hasta hace poco se utilizaba en Iwate.

Daisuke Kikuchi. Discover, Discover Japan. The Japan Times. 2014

“Una vez, cuando Discover Japan, esa estúpida y arrogante campaña turística de los ferrocarriles nacionales japoneses, se lanzó en todo el país, un amigo me comentó medio en broma que no estaba mal lo que había conseguido Provoke, porque ahora incluso los trenes hacían fotografía desenfocadas.  Aguaban el espíritu y conservaban las características formales. De hecho ni eso: se quedaban solo con lo que les interesaba. Esto confirmo que nosotros nos empezábamos a descomponer. «

Takuma Nakahira. La ilusión documental. 1972

Ignas Menzies atribuye el reciente interés, entre otras cosas, a la fama que ha alcanzando Daido Moriyama hasta nuestros días. Moriyama fue reconocido como el ganador del premio Hasselblad 2019.

“Tras su relativa oscuridad durante los años setenta y principios de los ochenta, el resurgimiento del grupo se produjo al mismo tiempo que la cristalización de la narrativa formal de la fotografía japonesa de posguerra recogida en los escritos de Nishī Kazuo, Īzawa Kōtaro e Itō Shunji a principios de los noventa. Este desarrollo fue simultáneo a los esfuerzos críticos y curatoriales de figuras como Mark Holborn, de Aperture, y Yokoe Fuminori, del Museo Metropolitano de Bellas Artes de Tokio, que ratificaron el linaje canónico y el lugar de Provoke en él con libros y exposiciones propios. La creciente relevancia del arte de los años sesenta y setenta en las galerías y escuelas de arte japonesas se reflejó internacionalmente en las exposiciones individuales de Moriyama Daido, el miembro más famoso de Provoke, así como en un interés cada vez mayor por el propio grupo por parte de los aficionados a los fotolibros. Desde 2010, Provoke ha recibido gran atención en exposiciones en el Museo de Arte Moderno y el Museo de Bellas Artes de Houston.

Ignas-Menzies, T. (2016). Provoke as a collective practice of photographic realism (T). University of British Columbia.

El diseño y maquetación de la revista Povoke es violento, caprichoso, decidido, oscuro, potente, y hasta un poco sucio. Características que encontraríamos en una manifestación estudiantil del 68. El primer y segundo número tiene un tema común. “Verano de 1968” y Eros, respectivamente. El tercer número publicado en 1970 es sin tema. 

«El dilema de juntarse y a la vez permanecer separados ocupa un lugar central en el segundo número, «Eros», que una declaración inicial define como una «angustia de amor» que, sin embargo, une a los seres humanos. «Si aumentamos esta desconfianza hasta su límite y descubrimos que incluso entonces permanece un vínculo parecido a noches húmedas, el eros puede ser algo más primordial que nuestra conciencia”.

“Eros” Provoke 2. Marzo de 1969

«El primer enfoque pertenece a Nakahira, que prescinde del erotismo literal para concentrarse en lo que en la introducción denomina «noches húmedas«. Estas se muestran en un conjunto de dobles páginas a todo sangrado (pp.280-285 ): una cabina de teléfono salpicada por la lluvia y atravesada por el haz de luz de los faros de un coche, flores cortadas que se curvan amenazadoramente en la parte inferior de la página o, de nuevo, moteadas por la lluvia, todo en la oscuridad de la noche; manchas de forma débilmente iluminadas en el resplandor de la Noche de Walpurgis de anillos fluorescentes o de una fuente de luz sin identificar; la lona cinchada y arrugada de un camión de carga aparcado, aparentemente a flote entre unas calles iluminadas por la noche y el vacío de un cielo negro y sin estrellas; o, por el contrario, un estallido de estrellas que se derrama aterradoramente desde una obra en construcción, en lo que podría ser una figura del desbordamiento orgásmico o de lo que Nakahira describe como la nebulosa del petirrojo de Klein

Provoke, between protest and performance : photography in Japan 1960 / 1975

© Daidō Moriyama Photo Foundation, Provoke No. 2 Eros.


Entrevista a Takuma Nakahira

Algunas de las respuestas que hubiera querido obtener de Nakahira las encontré en la segunda parte del ensayo “La ilusión Documental: del documento al monumento. Publicado por primera vez en la revista de fotografía Bijutsutecho en julio de 1972. Traducido al español por Jordi  Mas López. Publicado por la Ca lÍsdidret Editions.

¿Qué impulsaba la publicación de la Revista Provoke

“Provoke no respondía a un movimiento intelectual claro. Lo que nos impulsaba, más que convertirnos en movimiento, era el deseo muy primario de hacer lo que la fotografía dominante en ese momento y sus medios no nos permitían hacer.”

¿Cuál es la tendencia dominante de esa época?

Lo  que nos empujaba llevar a cabo aquel proyecto era el impulso a oponernos a la fotografía ligada estrechamente al significado, que partía del significado y se convertía en ilustración del sentido establecido de la palabra y que había sido tendencia dominante en ese momento y todavía lo es. 

La fotografía no podía dejar de tener algún tipo de relación con la palabra; estaba estrechamente ligada a ella y lo máximo a lo que podía provocarla y amplificarla de vez en cuando.  

¿Qué es lo que pretendía PROVOKE?

Mirándolo con cabeza un poco más fría, me parece que lo que Provoke pretendía era descubrir la Parole del fotógrafo, su voz propia: hacer irrumpir la voz ante la langue perfectamente regulada por el sistema de valores y las artes establecidos. Evidentemente, no me corresponde a mí juzgar hasta que punto lo conseguimos o no. Sin embargo, ahora mismo mi opinión no es nada optimista. Al contrario, estoy convencido de que la voz que pudimos encontrar en Provoke quedó absorbida por la mirada institucionalizada.

¿Qué consiguieron con la publicación de PROVOKE?

Lo único que quizá conseguimos fue descubrir la estructura impenetrable de nuestra época, formada por una multiplicidad de capas. Por ejemplo, el recurso técnico de are, bure, broke (granulado, borroso, desenfocado), que se basa en nuestra arrogante confianza en la posibilidad de un encuentro directo entre el mundo y el yo por medio de la experiencia vivida, quedó convertido en un motivo decorativo en un abrir y cerrar de ojos.

¿Cómo percibió el mundo el resultado de esas imágenes?

La actitud de resistencia que teníamos en aquel momento y las imágenes que se derivaron de ella fueron toleradas como muestra de un sentimiento o un estado de ánimo rebelde, y esto provocó que, en contra de lo que pretendíamos, nuestra rebelión acabara perdiendo fuerza.

¿Por qué razón decidieron hacer publicaciones de la revista PROVOKE un tiraje tan limitado?

Nosotros intentamos encontrar una voz propia, individual, utilizando las técnicas fotográficas que habían surgido con los medios de comunicación de masas y se habían desarrollado como parte importante de estos medios. Quizás era una contradicción en términos  lógicos, pero sí tuvimos alguna posibilidad de conseguirlo fue porque escogimos el formato de revista de revista especializada en fotografía, que es totalmente antitético con los medios de comunicación de masas. En contexto de una técnica de reproducción como es originalmente la fotografía, publicar una revista con muy pocos ejemplares en circulación comportaba recuperar la relación personal entre individuos. 

¿Por qué se deja de publicar Provoke?

No había entre nosotros (hablando del equipo editorial) una visión compartida.

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