Desde siempre la cámara ha sido para mi un instrumento que me ha llevado a lugares que nunca pensé, es más… Yo digo que “la cámara me lleva a mí, y no yo a la cámara”. Me ha abierto puertas a las que no todos pueden entrar y me ha permitido estar en primera fila en eventos o conciertos chileros.

Pero sobre todas las cosas, me ha permitido conocer a muchas personas y sus historias.

Se dice que una imagen vale más que cien palabras, pero si a esa imagen le agregamos un párrafo de historia valdrá un ciento y pico de palabras.

Tomar retratos en la calle es algo que les gusta hacer a muchos fotógrafos, pero muchas veces he visto que lo hacen con lentes telefoto, con los que el sujeto pues nunca se da por enterado que fue capturado en una imagen. Y de igual forma el fotógrafo nunca supo quién era ese sujeto.

Una cualidad para ser buen fotógrafo de calle debe ser la de poder socializar con distintos tipos de personas, perder el miedo de acercarnos a la gente, no dudar en preguntar y quedarnos en silencio, el poder entablar una conversación con desconocidos.

Personalmente, cuando yo retrato a alguien en la calle le doy un inmenso valor agregado cuando como mínimo pude preguntar: ¿Cómo se llama?. Y si mejor aún pude preguntar: ¿de donde es? ¿que hace? ¿porqué lo hace? Y seguramente termino más feliz si pude entablar una conversación, esa imágen deja de ser para mi ya no solo una fotografía sino que se convierte en un documento.

Mi objetivo preferido para acercarme a la gente por mucho tiempo fue un 10-22mm cuando usaba una cámara con sensor APS-C, luego fue un 16-35mm en una cámara Full Frame, luego un 24-105 y cuando finalmente pude tenerlo el 24-70mm porque me permite acercarme lo suficiente tiene mayor apertura y no me distorsiona tanto la imagen. Este último es el que ahora uso la mayoría de las veces para salir a la calle.

Una de mis frases favoritas siempre ha sido la de Robert Capa “If your pictures aren’t good enough, you aren’t close enough.”“Si tus fotos no son lo suficientemente buenas, es porque no estás lo suficientemente cerca” valiente frase tomando en cuenta que Capa fue un fotógrafo de guerra. Por ello acérquense más a la gente, hablen y conozcan a sus sujetos, no les tengan miedo. Lo peor que pude pasar al acercarse a tomar una fotografía es que les digan «no gracias, no me gustan las fotos».

Les comparto tres fotografías de ciento y pico de palabras que espero les gusten.

El Nawal de Las Nubes. Alberto Tejax tiene 80 años, se levanta a ver sus tierras y camina unos 8 kilomentos a las 5 de la mañana, es soltero y pinta una sonrisa cuando lo dice y es uno de los caficultores de la cooperativa agrícola integral San Pedrana R.L. en Yepocapa y desde allí a ido a cargar al Nazareno de la Merced desde hace 50 años y le gusta tanto la semana santa de La Antigua Guatemala que en ese tiempo no lo encuentran en el pueblo.

Canon 5DIV EF24-70mm
i100 f2.8 1/300 57mm

Hector es un doctor de la Habana, pero trabaja como director general de un central de ferrocarriles. Y algún día le gustaría conocer Guatemala.

Canon 6D – 24:105mm
i100 f16 1/125 24mm

Me dijo que su nombre era Marta

Canon 6D – 24:105mm
i400 f16 1/160 88mm

Mi Selfie con Marta

iPhone 6

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
📷 ¿Tienes preguntas?