Lo que me gusta de Peter Lindbergh es su estética emotiva, que supo trasladar perfectamente en campañas para Kalvin Klein, por mencionar una marca, y el trabajo editorial para las más importantes revistas de moda. En 1988, cuando Ana Wintour llegó a ser la editor en jefe de la revista Vogue Americana firmó contrato con Peter y publicó su portada revolucionaria con la modelo israelí Michaela Bercu en una sudadera de alta costura Jean Paul Gaultier y jeans.
Lindbergh fue uno de los primeros fotógrafos in incorporar historias en su editoriales de moda. Su sesión de 1990 con Elena Christensen tocando un marciano para Vogue Italia se considera el punto de mira en la evolución de los editoriales de moda convirtiéndolas en narrativas cinematográficas.
En 1995 y 1997 fue nombrado Mejor Fotógrafo en los International Fashion Awards en París. En 2005 fue galardonado con el Premio Lucie al Logro Sobresaliente en Fotografía de Moda.
Peter Lindbergh es sin duda un referente muy importante en la fotografía editorial, es una de las personas que vale la pena seguir de cerca sus logros, por lo que en este espacio vamos a dedicarle mas de un post a sus proyectos.